Samsung Galaxy S7 vs Samsung Galaxy S8: ¿Es necesario dar el salto generacional?
Pocos ponen en duda la genial visión que ha tenido la empresa surcoreana con su Smartphone de gama alta desde los primeros modelos que aparecieron en el mercado, marcando siempre puntos altísimos en funcionalidad y elegancia, con uno que otro incidente menor en algunos casos, pero que en absoluto ponen en duda la calidad de estos dispositivos.
Y con el nuevo Samsung Galaxy S8 a la vuelta de la esquina, se torna necesario realizar una sencilla comparativa con su predecesor, para que los que actualmente cuenten con un Galaxy S7 puedan tener una perspectiva clara sobre las mejoras, y así decidir si merecería la pena o no dar el salto de generación.
Pantalla y diseño: Los cambios más pronunciados
El novedoso panel Infinity Display de 5,8 pulgadas sube la barra tanto en tamaño (5,1 pulgadas en el S7), así como en resolución (2960 x 1440 píxeles vs 2560 x 1440 píxeles) y una inédita relación de aspecto de 18,5:9, lo que proporciona más contenido en pantalla y se ajusta al futuro de las tecnologías mediáticas de transmisión.
Y aunque el ancho del dispositivo ha disminuido en relación a su modelo anterior (68,1 mm vs 69,6 mm), el pronunciado aumento en la diagonal hace que el mismo sea el más grande de toda la serie, con un crecimiento en largo de casi siete milímetros (148,9 mm vs 142,4 mm) y tres gramos más de peso (155 g vs 152 g).
Software, rendimiento y cámaras: Aspectos sin grandes modificaciones
Con el Android O ya copando parte de los titulares, el paso hacia Android 7 (Nougat) desde el 6 (Marshmallow) difícilmente sea una razón de peso para el cambio. Mientras que el procesador Exynos 8895 que traerá el Galaxy S8 tampoco representa un salto de impacto en relación al Exynos 8890.
Por último, cabe destacar que el apartado fotográfico permanece casi intacto, más allá de un leve aumento de tres megapíxeles en la cámara frontal (para un total de ocho), y un nuevo sensor de Sony en la principal.